miércoles, 3 de marzo de 2021

La agenda del medioambiente: una agenda interdisciplinaria


Eduardo Torres Alonso


Un problema no existe como tal si no es percibido y asumido de esa manera; es decir, resulta de una construcción política –subjetiva e interesada– de una comunidad17 y, para su solución, debe ser considerado como un sistema complejo. La propuesta de solución, como decisión deliberada de la autoridad, del Estado, es una política pública. Se está, pues, en el terreno de la administración pública. Al respecto, conviene recordar algunas características de las políticas públicas: 

Estabilidad. La medida en la que las políticas son estables en el tiempo. Pero no se debe confundir estabilidad con rigidez. Contar con políticas estables no significa que las políticas no puedan cambiar en lo absoluto, sino más bien que los ajustes respondan a cambios de las condiciones económicas o a defectos de las políticas, más que a caprichos políticos. 

Adaptabilidad. La medida en la que es posible ajustar las políticas cuando éstas fallan o cuando las circunstancias cambian. Ésta es la otra cara de la moneda de la estabilidad. Las políticas deben ser lo bastante flexibles para responder a las sacudidas o cambiar con los tiempos, pero no tanto que sean susceptibles de manipulaciones políticas. 

Coherencia y coordinación. La medida en la que las políticas se corresponden con políticas afines y son producto de medidas bien coordinadas entre los personajes que participan en su diseño y aplicación. En vista de la cantidad de piezas dinámicas que integran el proceso de diseño de políticas y la diversidad de intereses e incentivos presentes, la falta de coordinación puede ser intencional o involuntaria. 

La calidad de implementación y ejecución. Más de una política bien concebida ha quedado abandonada en el camino a causa de una aplicación precaria. Cuán bien se aplique y se haga cumplir una política depende mucho de la existencia de una burocracia capaz e independiente 

y de un poder judicial poderoso.
Orientación hacia el interés colectivo. La medida en la que las políticas 

procuran el interés público. ¿Promueven las políticas el bienestar gen- eral o canalizan beneficios privados hacia individuos, facciones o regiones específicos? Esta dimensión guarda una estrecha relación con la desigualdad, ya que los miembros de la élite tienen la influencia económica y política para modificar decisiones políticas y hacer que los favorezcan, apartándolas del interés general. 

Eficiencia. La medida en que las políticas responden a la asignación más productiva de recursos escasos. Esta característica va de la mano con el grado en el que se tiene en cuenta al público, ya que favorecer a sectores específicos en detrimento del interés general constituye por lo general una asignación ineficiente de recursos.

Además, Harold Laswell, considerado el padre de las políticas públicas, desarrolló su propuesta con un perfil trans e interdisciplinario. Como el tema de la degradación ambiental ya es percibido como un problema público, los gobiernos deben ofrecer propuestas de solución y, para ello, debe iniciarse el ciclo de las políticas públicas: 1. Identificación y definición del problema; 2. Formulación de alternativas de solución; 3. Adopción de una alternativa; 4. Implantación de una alternativa seleccionada y 5. Evaluación de los resultados obtenidos.20 

Como se ha dicho, un problema es producto de una definición hecha por un colectivo que, a la par, tiene diferentes expectativas sobre su solución y los medios idóneos para ello. Valores, creencias, interpretaciones están presentes. 

En dos palabras, contextos y circunstancias inciden en lo anterior. En suma, no hay un problema si éste no se construye. 

Un ejemplo ayuda a ilustrar lo anterior. La contaminación y la crisis ambiental son un problema, cierto, pero preocupa en grados y dimensiones diferentes a un grupo social que ha otro. A inicios de 2020, la autoridad gubernamental de la capital de México decidió prohibir el uso de bolsas de plástico en los intercambios comerciales. Esta situación, tan comentada por propios y extraños, no era objeto de discusión hace algún tiempo. 

La introducción de las bolsas de este tipo no es de larga data: a partir de la década de los setenta del siglo XX se vio su “invasión”. El empleo de bolsas y del plástico, en general, era visto como normal y hasta “natural” en la cotidianidad. Ayer como hoy, el efecto nocivo de su uso es el mismo: desintegración tardía (entre 150 y 500 años); obstrucción de cañerías, coladeras y alcantarillas, y su degradación genera compuestos altamente tóxicos como los petropolímeros.

¿A qué se debió este cambio? A un proceso de valoración en la manera en que ese objeto –las bolsas de plástico– inciden en los referentes sociales, en este caso, para el mantenimiento de la vida en el planeta. ¿Cómo se originó este giro en la sociedad? A través del éxito comunicacional de los científicos. Sí, a pesar de que sus hallazgos documentaban que el consumo de plástico generaba múltiples problemas, no fue sino hasta una efectiva campaña de comunicación social (de la ciencia), usando imágenes de bolsas nadando en los mares, por ejemplo, que a las personas les preocupó el tema. Alguien podrá no conocer el mar, pero al ver que especies animales consumían plástico se conmovió y empezó a identificar al objeto como algo que debía ser rechazado. No importa la distancia en la que se produjera el problema, el sujeto sentía que ese problema le era muy próximo y debía hacer algo al respecto. 

El gobierno de la Ciudad de México, a través de una acción legislativa (una política pública), como lo fue la reforma a la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, no solucionó el problema de fondo (la crisis ambiental), pero sí contribuyó en algo. Habrá que ver si el problema identificado era en realidad la crisis ambiental o solamente el uso excesivo de bolsas de plástico. 

Pongamos un ejemplo más. La revista Time nombró a Greta Thunberg como la persona del año 2019. Greta inició en 2018 un pequeño movimiento en Estocolmo, Suecia, para que los líderes políticos prestaran mayor atención al cambio climático (o emergencia climática para algunos). El 20 de agosto de ese año, la joven activista uso por vez primera la expresión “Skolstrejk för Klimatet” (huelga escolar por el clima), y pronto generó adhesiones de personas de su edad. A través del uso de las redes sociales digitales (InstagramTwitter Facebook) y de la viralización de su charla en el TEDxStockholm, el tema y ella empezaron a “hacer ruido”. Por su capacidad de atracción y por su discurso, la joven ha participado en la COP24 (24a. Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), celebrada en Polonia, en el Foro Económico Mundial y en la sede de las Naciones Unidas. 

Nuevamente: la evidencia científica sobre el aumento de la temperatura global ahí está desde hace tiempo, pero no había una figura pública (tan joven) que difundiera, sin tecnicismos, lo que podría pasar. Al respecto, conviene mencionar que el incremento de la temperatura generará un deshielo acelerado de los polos, incluso de lo que se conoce como los hielos perpetuos, lo que significará el incremento del nivel de los océanos, haciendo que las costas desaparezcan y provocando que las poblaciones ahí asentadas migren hacia zonas más altas. Con la migración interna esperada, “aparecerán” nuevos problemas: necesidad de fuentes labores, más espacio en las escuelas, posible traslado de enfermedades tropicales; en fin, incremento de los circuitos de marginación de las ciudades. Algunos países, como México, consideran al cambio climático como un asunto de seguridad nacional. Esto no es menor porque entonces un tema medioambiental se vuelve uno que se vincula con la preservación misma del Estado. 

De los dos ejemplos anteriores se desprende una conclusión: sin socialización no hay problemas públicos. 

 

4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con lo que se plantea en el texto anterior. En el ejemplo del medio ambiente, esté ha sido un problema que lleva años, solo que apenas hemos tomado cartas en el asunto; a pesar que de que hay alternativas para la utilización de plástico, estas son muy caras, por ende no toda la población pagaría dicha cantidad; dado de que el actual Gobierno prohíba el uso de bolsas de plástico, esto solo se respeta por las personas que viven en las colonias cuyos ingresos son mayores, pero ignoramos alcaldías como Iztapalapa, Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco que tienen desabasto de agua la mayor parte de tiempo.

    Considero que la población debe generar conciencia de estos problemas, pero también el gobierno debería de exigirle a las empresas que busquen alternativas, ya que los niveles de contaminación son altísimos.

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  2. A mi parecer el asunto del cambio climático y el uso del plástico en la vida cotidiana es un tema al que se le ha dado mucha atención pero en el cual no se ha trabajado. Con esto quiero decir que todo el mundo es consciente de esta problemática pero muy pocos realmente toman cartas en el asunto, y cuando personas como Greta se dedican a combatir este fenómeno, siempre son desacreditados, ridiculizados o, como el caso de Homero Gómez González, silenciados hasta llegar al punto de asesinar a estas personas que buscan un bien común y para con el planeta pero que lamentablemente representan un enorme problema para los intereses de los empresarios capitalistas y con poder.

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  3. Me parece muy interesante la concepción de las problemáticas sociales, pues estas se consideran como un "problema" solo cuando un grupo social lo considera como tal, sin embargo una situación no necesariamente debe ser etiquetada para que podamos percibir sus consecuencias, así fue durante muchos años con el calentamiento global, ya que esta situación tiene raíz en el siglo pasado (o quizá mucho antes que eso) pero apenas en años recientes se empezó a atender la situación, y así como el calentamiento global existen otras potenciales problemáticas que hoy no nos preocupan pero que en un futuro generarán igual atención, como el agotamiento de metales necesarios en la producción de electrodomésticos, la extinción de distintas especies, etc. estas son situaciones que hoy no preocupan, pero eventualmente lo harán, no tenemos que esperar a estar en un punto sin retorno para que empecemos a prevenir o revertir estos eventos; considero necesario que empecemos a tomar responsabilidad de nuestros actos y la forma en que éstos repercutirán en el mundo.

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  4. El texto aborda puntos relacionados a la concepción de un problema en una sociedad y las políticas publicas, me parece que es sumamente importante, pero nunca reparamos en ello. El tema medioambiental es extraño; es claro, hay evidencia científica, los estados del mundo han empezado a notarlo y sin embargo, gran parte de la población civil e incluso figuras políticas hacen caso omiso a la problemática. La comunicación es esencial, y en este caso -y rescatando la ya mencionada campaña sobre las repercusiones del plástico en el mar- creo que será la que solucione el problema. La divulgación científica en cualquier formato podrá crear una conciencia colectiva para que los gobiernos tomen medidas públicas, y en caso de que no cumplan los criterios que ya bien mencionó este texto, se puede recurrir a la misma divulgación pero en modo de exigencia. Estamos viviendo una crisis climática, y podemos tener diferentes posturas sobre los gobiernos y personas como Greta Thunberg, pero no podemos negar que es una emergencia de la que nos tenemos que encargar, así seamos estudiantes, profesores,...

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